Después de mucho tiempo, me siento a escribir algo. Estos últimos
meses, después de mi regreso de Calcuta en mayo, tuve la fuerte convicción de
que el mundo que veo es completamente falso, un sueño. Pude sentirlo de manera muy significativa. En
las noches, sentado solo en la terraza, con el claro cielo de Varanasi por
encima, mirando hacia el Ganga, pude sentir la imperturbable Consciencia
universal. Que yo soy esa Consciencia. Sin embargo, ciertos pensamientos
sutiles acerca del trabajo perturbaban esa tranquilidad, podía verlos como mosquitos
revoloteando por el tranquilo océano de la quietud. Se trataba de tareas necesarias
que no podía ignorar. Pero quería tener un tiempo solo, sin inconvenientes ni
compromisos, en el que pudiera deslizarme en el océano de la Conciencia sin tiempo
ni espacio ni aconteceres. Las plegarias no eran importantes ya que serían
realizadas a su debido tiempo. Bhagavan, mi Maestro, vino de visita a Varanasi
el 12 de julio y se quedó hasta el 24. Esa vez, tuve la excepcional oportunidad
de estar con Él, a Sus pies, y dedicarme a Su servicio. Mi corazón comprendió
que Dios había creado esa oportunidad, y tuve la bendición de aprovecharla al
máximo. Sentado a Sus pies, me di cuenta de que no había entendido una sola
palabra sobre espiritualidad, que seguía sin descubrir el mundo interior. Le
agradecí de todo corazón por esa gran lección. Yo deseaba conocer la realidad
misma y durante Su estadía comenzaron a suceder algunas realizaciones. Dios o
Brahman se hacía evidente en todas las cosas y en todo momento. La unidad
absoluta de la cual habla el Vedanta era completamente clara dentro de las
experiencias de lo mundano, el hecho de que todo es consciencia y verdadero.
Siempre lamenté no haber podido quedarme cerca de Él físicamente. Esa vez, el
día antes de irse, me dijo que Él tampoco se quedó cerca de Su Maestro, pero
que quería realizar cada palabra que Su Maestro había pronunciado. Y
gradualmente, todo se volvió realización, las realizaciones se convirtieron en
realidad. Me dijo que leyera el libro "Vedanta Sadhana", la
compilación de las cartas que le escribió Su Maestro Swami Pavitranandaji entre
1978 y 1983. Después de verlo irse en el tren, regresé al ashram y de inmediato
empecé a leer el libro. Lo había leído varias veces y también había dado clases
en base a las cartas. Tenía la idea de que entendía aquellas líneas. Pero esta
vez, cuando empecé a leer la primera carta, no pude seguir más allá de unos
renglones. Las palabras no eran espectaculares pero sí muy profundas. Cada
palabra traía una transformación, un camino simple se revelaba con mucha simpleza. Cuando leí las palabras “Sharan Manan”, que
significan “remembranza y meditación” (pensamiento), vi que Swamiji había
explicado todo acerca de la vida espiritual en Su primera carta. No hace falta
leer más sino sentarse y practicar. En los días siguientes, manteniendo tan
solo esas dos palabras, descubrí que aquellos mosquitos ya no estaban, como tampoco
estaba la consciencia del medio exterior, lo único que quedaba era el Conocimiento
puro, claro y espontáneo, el Conocimiento de la Existencia absoluta.
Quisiera compartir esta carta Suya con la idea de que podría ayudar a
alguien, sentado en algún rincón del mundo. La traduje del bengalí al inglés, y
dado que mi formación pertenece al campo de la ciencia, mis habilidades
lingüísticas siempre han sido pobres. Espero que me disculpen en ese sentido.
La carta dice así:
Sri Ramakrishna Saranam
Purulia,
30-06-1978
Querido…
Recibí tu carta. Aunque he iniciado a muchos, iniciarte a ti
me dio paz y felicidad. La iniciación al Sannyasa o Brahmacharyya me ha dado
satisfacción en todo sentido, pero iniciar a alguien de familia (hombre o mujer
) me produjo una felicidad extraña. Quiero que sepas que tengo fe en ti. Estoy seguro
de que tendrás éxito en tu vida.
Recuerda siempre el consejo de Sri Sri Thakur, permanece
como hermano y hermana después de tener uno o dos hijos. Trata de dedicar la
mayor parte del tiempo a la sadhana, la remembranza y la meditación (pensamiento).
Realiza tu trabajo con sinceridad y honestidad. Pon énfasis en la meditación.
Recuerda siempre que Sri Thakur y Ma están contigo.
Nunca desees el mal a los demás, ni siquiera sin darte cuenta.
Considera a tus amigos y enemigos como uno. Si piensas siempre en la verdad,
Sri Thakur te dará fuerza. La paciencia y la perseverancia son características claves
en la vida del aspirante. Si las mantienes por seis meses, verás que habrás
entrado al mundo de la realización.
Bajo la bendición de Sri Sri Ma, me encuentro bien.
Infórmame cómo estás tú. Los bendigo a todos de corazón.
Deseando siempre lo mejor para ti,
Maharaj Bhagavan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario